Laboratorio de Agricultura Urbana

El proyecto buscó reconocer el contexto urbano mediante la integración de elementoscomo un muro de adobe que refuerza el carácter local y un arroyo estacional de piedra emulando al actual río Chuvíscar.En este nuevo territorio destaca el elemento natural: 38 especies vegetales cuidadosamente seleccionadas y 6 árboles existentes.

En medio de esta “masa verde” aparece un conjunto de sucintos cuerpos arquitectónicos fabricados en metal amarillo y madera de pino: la pérgola de acceso, los huertos de cultivo, el muro verde con fotovoltaicas, deshidratadores y composteros; el jardín de hierbas aromáticas,el foro multifuncional, el hotel de insectos y una seriede grandes bancos en el borde del huerto frutal complementan las áreas de encuentro.

En el corazón del laboratorio se encuentra el invernadero que alberga el sistema de hidroponía y acuaponía en el interior. Las actividades de aprendizaje en torno a la agricultura urbana y la observación de fenómenos naturales definieron la apertura de las estructuras y formas. El proyecto es un dispositivo de provocación, para desencadenar la imaginación y la transformación del espacio urbano más allá del muro de adobe.